La visita fue asistida por personal de la Reserva Biósfera El Vizcaíno. Uno de los objetivos de las organizaciones es el consenso e implementación de medidas de adaptación para mejorar la resiliencia de actividades productivas críticas para su subsistencia.

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El proyecto ayuda a la sostenibilidad económica, social y ambiental de actividades productivas elementales para las comunidades costeras de Panamá, estas acciones fortalecen la resiliencia de los pescadores y de las pequeñas y medianas empresas turísticas en las zonas costeras vulnerables ante el cambio climático.

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En 2004, la pesquería artesanal de langosta en la parte central de la Península de Baja California fue la primera a nivel mundial en lograr cumplir con un estándar congruente al código de pesca responsable de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO).

El aprovechamiento sustentable en la pesquería de langosta ha sido replicado por la Reserva de la Biósfera Banco Chinchorro, en Quintana Roo, y de forma internacional por la Isla San Juan Fernández, en Chile.

Gracias a este Intercambio Internacional y a la colaboración de la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno, los pescadores de la comitiva panameña pudieron expresar las dificultades, y sobre todo las oportunidades que van a experimentar en sus próximos retos.

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En el Intercambio Internacional participaron pescadores de la zona Pacífico Norte, la SCPP Buzos, Baja California, Isla Natividad y la Sociedad Cooperativa Progreso en la Bocona Baja California Sur.  También asisitió la agencia ejecutora del Proyecto MarViva, la cual apoya en la región  de Costa Rica, Panamá y Colombia; y cuya misión es impulsar la conservación y uso sostenible de los ecosistemas marinos y costeros del pacífico.

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Autor Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas Fecha de publicación 22 de julio de 2019