Estos “desperdicios” se presentan también como una oportunidad en otros ámbitos, por ejemplo, la piel curtida es materia prima de calidad y resistente, ésta sirve para la elaboración de bolsas, sandalias, extensibles para reloj, carteras, llaveros, cinturones, collares y aretes de escamas, gorras, aplicaciones en vestuarios, estuches, entre otros.

México avanza rápidamente en este tema, y aunque se sigue aprovechando para la elaboración de harinas y aceites de pescado, también se investiga para diversificar el uso de los residuos de la pesca, pero además, con un enfoque sustentable.

Tal es el caso del aprovechamiento del quitosano, un biopolímero que se obtiene de los exoesqueletos de los crustáceos que se emplea en la producción de fertilizantes naturales el cual por sus propiedades antivirales, antibactericidas, fungicidas y nematicidas protege a los cultivos tanto en su crecimiento como durante el almacenamiento, asimismo, estimula la germinación de semillas, el sano desarrollo de raíces, brotes y hojas.

¿Qué otros productos podemos obtener?

  1. Aceites omega 3 a partir de residuos pesqueros (para enriquecimiento de alimentos).
  2. Ensilado de pescado para alimentar ganado y como fertilizante natural.
  3. Los desechos orgánicos generados por la industria acuícola y pesquera son ricos en proteínas, aceites y grasas, considerándose una muy buena opción para la producción de biogás y biodiesel. (CONACYT)

El aprovechamiento de los residuos pesqueros nos lleva a reflexionar en lo siguiente: se convierte en una práctica sustentable por los beneficios ambientales y sociales que aporta, es en una fuente generadora de empleos y recursos, finalmente, tenemos que es compatible culturalmente con las comunidades pesqueras.

Autor: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación

Fecha de publicación:07 de junio de 2018